Diseños, claves y símbolos
Las emisiones de la Citerior presentan una notable uniformidad tipológica, mientras que las de la Ulterior ofrecen una diversidad mucho mayor. Como cualquier otra región de la época, los temas principales que se emplearon fueron las cabezas, las figuras humanas y las representaciones animales, incluyendo divinidades y motivos copiados de los repertorios griego, púnico y romano (Baldwin 1916; Lacroix 1975; Howgego 2002; Caccamo 2007; de Callataÿ 2016; Iossif et alii 2018). En las descripciones del catálogo se han utilizado los nombres de divinidades siempre que ha sido posible, aunque resulte complicado pronunciarse sobre la interpretatio que recibieron en cada lugar. Cuando el contexto lo ha permitido, se han respetado los nombres de las representaciones homólogas adoptadas en distintos ámbitos culturales como Heracles para Emporion, Melkart para Gadir o Hércules para Carteia, identificaciones que se complican cuando la adscripción cultural de los talleres resulta ambigua.
Una cuestión, en ocasiones delicada, consiste en determinar cuándo los elementos secundarios o complementarios de los tipos deben describirse como parte del motivo principal y cuándo deben presentarse como símbolos. El criterio general seguido establece que si los objetos tienen un vínculo bien conocido con la figura que acompañan se describen junto a la misma. Esta asociación puede establecerse por su proximidad en la composición o por tratarse de elementos que, de forma convencional, identifican a divinidades o personajes míticos. Ejemplos típicos de ello son la clava de Heracles o el caduceo de Mercurio. En algunos casos las monedas incluyen más de un símbolo. El orden de la descripción de símbolos procura adoptar siempre el mismo patrón, siguiendo el sentido de las agujas del reloj; se inicia en la parte izquierda de la moneda y sigue hacia la derecha, describiendo lo que se ve arriba, delante y debajo. Las piezas que mayor variedad y combinaciones ofrecen en este sentido son los divisores de imitación masaliota.
En ocasiones existen elementos formales y de composición vinculados directamente con las leyendas cuya descripción se ha añadido como información complementaria junto al diseño principal. Cuestiones tales como su distribución en líneas (p. ej. leyenda en dos líneas), su posición (p. ej. leyenda externa), la forma del trazado (p. ej. leyenda curva) o sus elementos asociados (p. ej. leyenda sobre línea), se han incorporado como parte del diseño en la descripción de los tipos.
El extenso repertorio iconográfico de las monedas ibéricas es un testimonio revelador de las creencias de numerosas comunidades peninsulares y además conforma un conjunto único para la época por la extensión geográfica sobre la que informa. Los diseños de las cecas septentrionales muestran una gran uniformidad, con un destacado protagonismo de los diseños de la cabeza masculina y el jinete, que plasmaron las creencias de las élites guerreras locales. Los talleres meridionales, por el contrario, adoptaron una iconografía muy variada, con frecuencia vinculada a la explotación agrícola del territorio en un contexto de intensas relaciones con romanos e itálicos.
Los aspectos iconográficos en numisdata debían recibir también un tratamiento normalizado que permitiese su ordenación rigurosa y posibilitase aproximaciones desde enfoques diversos, exigencias acordes con su relevancia como fuente histórica de información. La sección diseños esta formada en la actualidad por un total de 1360 registros que se utilizan indistintamente para la descripción de los motivos representados en los anversos y los reversos de las monedas. Los cuatro campos de la ficha de tipo que sirven para describir los diseños y los símbolos de anverso y reverso obtienen sus valores de la sección de diseños. De este modo el concepto ‘estrella’, por ejemplo, es un registro único del sistema que se utiliza indistintamente en cualquiera de dichos campos. Dicha sección incluye entradas que se emplean tan solo para un tipo y otras, como la ‘cabeza masculina’ o el ‘jinete lancero’, que son utilizadas por decenas de tipos. Muchas de ellas son variaciones muy similares sobre un mismo tema que se diferencian por elementos secundarios o complementarios (barba, peinados adornos, atributos de jinetes…). Estos textos descriptivos se han formalizado buscando el mayor nivel de normalización posible pero, inevitablemente, muchos de ellos son muy similares y únicamente se distinguen por cuestiones de detalle. Esto puede dificultar las búsquedas de algunas de las descripciones más comunes ya que, en un desplegable con texto predictivo, al teclear ‘cabeza masculina’ el listado de variantes resulta demasiado extenso y confuso. Además puede resultar complicado filtrar una parte de las mismas como, por ejemplo, las representaciones ‘barbadas’. Estas descripciones no proporcionan un índice inteligible y tampoco permiten realizar de un modo sencillo búsquedas más complejas combinando criterios o conceptos.
Para hacer frente a estas limitaciones mib incluye un tesauro que permite indexar cada una de las fichas de diseños que se utilizan para la descripción de los tipos (fig. 3). El tesauro iconografía mejora las capacidades de las búsquedas y proporciona un índice exhaustivo y sistemático de conceptos, organizado de modo jerárquico con agrupaciones generales que también resultan útiles para las búsquedas. Para que este sistema funcione, cada uno de los registros de las sección diseños se debe indexar con los términos correspondientes del tesauro iconográfico. Además, como la estructura de dicho tesauro es jerárquica, se pueden emplear términos que funcionan como agrupadores, como por ejemplo ‘dioses’, ‘animales’, ‘indumentaria’ o ‘herramientas’. El proyecto gestiona una gran cantidad de contenidos y por ello uno de los objetivos principales era que la indexación y las búsquedas fuesen exhaustivas, potentes y cómodas, tanto para los investigadores como para cualquier usuario que se interese por la numismática antigua de la Península Ibérica. En este proyecto de mediana envergadura ha resultado viable realizar de forma manual este trabajo de indexación. No obstante, la evolución del modelo pasa sin duda por recurrir al procesamiento del lenguaje natural (PLN) o Natural Language Processing (NLP), una técnica que permite recuperar de una manera automatizada la semántica de todos estos textos utilizados para describir los tipos (Klinger et alii 2018).
Los estilos y el campo clave
Numerosos diseños muestran representaciones comunes de cabezas, figuras o animales que comparten los mismos elementos, pero cuyos estilos de grabado difieren de forma evidente. Los mismos temas presentan normalmente soluciones de grabado distintas según las cecas, tal y como sucede por ejemplo con las diferentes series de denarios (Gozalbes y Torregrosa 2014: 303, fig. 17). En ocasiones estos cambios de estilo son notables incluso entre series sucesivas de una misma ceca que, a pesar de mantener los mismos elementos, revelan con el paso del tiempo la intervención de diferentes grabadores. Las unidades de Bilbilis con símbolo bi son un clara muestra de este tipo de situación.
Dichos matices de estilo no suelen tener cabida en las descripciones de los catálogos que, normalmente se limitan a realizar una presentación objetiva de figuras, elementos, posiciones y orientaciones (cabeza masculina a dcha. o jinete con lanza a dcha.). El catálogo mib distingue numerosos tipos y variantes únicamente a partir de criterios estilísticos; se trata de entradas que comparten idénticas descripciones y que no proporcionan información sobre los criterios formales que se han seguido para individualizarlas. A falta de indicaciones al respecto, la singularidad de dichos tipos tan solo se puede deducir a partir de las imágenes, lo que puede inducir a errores en la catalogación. Para ofrecer una definición clara de cada tipo se ha incorporado en la ficha de tipo un campo llamado clave donde se indican de forma concisa sus características definitorias, con frecuencia relacionadas con el estilo. En la web pública esta información sirve como presentación del tipo y acompaña al número de catálogo proporcionando los criterios que permiten diferenciarlo de otros similares. Cuando la singularidad del tipo no se debe a una cuestión de estilo, en dicho campo se destacan las peculiaridades epigráficas o los elementos secundarios del diseño que resultan diferenciadores.
Símbolos
Las emisiones del catálogo mib incluyen símbolos iconográficos y epigráficos, una distinción que no afecta a la descripción de un tipo en una obra impresa, pero que sí que afecta al planteamiento del modelo de datos digital. En la arquitectura numisdata la configuración de las secciones de diseños y de leyendas es diferente, ya que esta última está configurada para representar cualquier grafema de los signarios paleohispánicos. Se podría haber establecido que los campos de los símbolos de anverso y reverso registrasen indistintamente símbolos o epigrafía. Aunque algunos argumentos aconsejaban una solución de este tipo, finalmente se decidió que cuando apareciesen caracteres epigráficos aislados se registrasen como parte de las leyendas, ya que también son numerosos los casos en que su carácter resulta incierto. No cabe ninguna duda que desempeñaron con frecuencia la función de símbolos, identificando a personas o emisiones, como fue el caso de los signos aislados que se emplearon en las emisiones de Kese. No obstante, casos como este son también un testimonio epigráfico y así se consigue que dicha información reciba un tratamiento uniforme, una configuración que simplifica los criterios de búsqueda y facilita la creación de índices.