Cecas

Abariltur
| El Baix Maestrat, Castellón/Castelló, Comunidad Valenciana, España
La ceca de Abariltur es conocida únicamente a través de los escasos divisores que acuñó, pues no aparece mencionada en las fuentes clásicas. En el siglo XIX se empezó a teorizar sobre una posible ubicación catalana para esta ceca siguiendo el estilo de las piezas (Heiss 1870: 287), aunque también se sugirió que pudo estar en tierras valencianas (Delgado 1876, III: 20). En el siglo XX, siguiendo parte de los trabajos anteriores, la ceca también fue situada en Cataluña por diferentes autores como Botet y Sisó, quien dijo conocer el hallazgo de tres monedas en el yacimiento de Emporion (Botet y Sisó 1908: 66). Más tarde se documentó otra pieza en Burriac (Ilturo) (Ribas y Beltrán 1988: 72; Ripollès 1982: 358) y otra en Pollentia (Ripollès 1982: 90). Además, la adscripción catalana de la ceca también quedó amparada por el estilo de los retratos, clasificándolos algunos autores como pertenecientes al grupo ibérico catalán antiguo (Villaronga 1979: 212; Campo 1974: 225).

Actualmente, por diferentes hallazgos, la ubicación de Abariltur se ha reconducido hacia tierras valencianas. Se han documentado bastantes monedas de esta ceca en el Baix Maestrat, pues ha aparecido una moneda en el yacimiento del Pouaig (Peníscola), cuatro en Peníscola, una en Alcalà de Xivert, una en Xert, otra en Ares, dos en Calig y otras dos en Canet lo Roig (Oliver 2019: 53). Pero es en Santa Magdalena de Polpís donde se aprecia la mayor concentración de hallazgos, documentando ocho monedas en su término municipal. Esto sugiere que la ubicación del taller pudo estar próxima a esta zona, aunque no podemos descartar, por la dispersión de las monedas, que la ceca se encontrase entre Alcalà de Xivert y Vinaròs (Cerdà 2020: 114-115).

Los valores metrológicos de las monedas son algo controvertidos. Villaronga obtiene un peso medio para las mitades de 4,41 g (ACIP 2062), 4,67 g (ACIP 2064) y 3,72 g (ACIP 2067), proporcionando un hipotético patrón de 9 g para la unidad. Para el cuarto (ACIP 2065) obtiene un peso medio de 3,00 g, que correspondería a un peso teórico de 12 g para las unidades. Finalmente, para los sextos, se observa una gran oscilación metrológica pues el peso medio del tipo ACIP 2063 es de 1,52 g; el del 2066 de 1,44 g; el del 2069 de 2,27 g y el del 2070 de 2,88 g. Según esto, las unidades resultantes de los pesos medios de los sextos estarían situadas entre 9,12 g (ACIP 2063) y 17,28 g (ACIP 2070), lo cual no parece coherente. El sexto ACIP 2068 está realizado con cuños modernos y no corresponde a ninguna emisión original. Las denominaciones que aporta Villaronga no son muy exactas, por ello, proponemos que los sextos de mayor peso (ACIP 2069 y 2070) pudieron ser cuartos y los sextos más pequeños (ACIP 2063 y 2066) octavos. Este taller no fue sistemático ajustando los valores metrológicos, cosa que quizá fue difícil por el reducido peso de los cospeles.

La tipología de las monedas fue diversa. Todas las piezas muestran en anverso una cabeza masculina, que puede estar desnuda o tocada con una diadema o una pluma/espiga. Los reversos son variados puesto que en algunos casos se emplea más de un diseño dentro de una misma denominación. Las medias unidades, muestran en anverso una cabeza masculina a derecha peinada con rizos de gancho. En reverso hay un toro, aunque el pequeño tamaño de las piezas y la baja calidad de las que se conocen impide asegurarlo (Campo 1974: 224), aceptándose también la idea de que pueda ser un perro (Cores y Ripollès 2014: 217). Los cuartos no utilizaron siempre los mismos diseños de reverso, ya que los tipos MIB 4 y MIB 7 muestran la figura de un caballo galopando a derecha, pero el tipo MIB 8 representa un delfín. Finalmente, los octavos tampoco son sistemáticos con la figura del reverso, pues el tipo MIB 2 muestra un toro y el MIB 5 medio caballo. Todos los tipos acuñados por el taller, excepto dos (MIB 1-2), muestran la leyenda abaŕiltur completa o abreviada y en algún caso añaden la inscripción ban en anverso (MIB 3, 6 y 7). El tipo ACIP 2068 (= MIB 9) es una invención moderna.

No existen argumentos sólidos para establecer la cronología de estos divisores. Inicialmente, las monedas se fecharon entre los siglos III a.C. y II a.C. (Campo 1974: 226), aunque parece más acertado atribuir la producción al siglo II a.C. (ACIP p. 400).

PCI
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Diccionario de Toponimia Histórica MECD Hesperia Nomisma
2
Ceca
Tesoro
Hallazgo
ca. 160-100 a.C.

Bronce | Media unidad | 4,8 g | 17,33 mm

Bronce | 1/8 de unidad | 1,32 g | 11 mm

Bronce | Media unidad | 4,56 g | 18,92 mm

Bronce | 1/4 de unidad | 3,3 g | 16,2 mm

Bronce | 1/8 de unidad | 1,41 g | 13 mm

MIB 36/6, Cabeza masculina / toro

Bronce | Media unidad | 3,85 g | 17,52 mm

Media unidad | 4,69 g | 17,5 mm

Bronce | 1/4 de unidad | 1,92 g | 13,64 mm

Bronce | 1/4 de unidad | 2,95 g | 14,67 mm

Bronce | 1/6 de unidad | 1,63 g | 14,33 mm